Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará

Julio Cortázar

lunes, 12 de enero de 2009

Ladrillos de tinta: Escritura en construcción

Ladrillos de tinta: Escritura en construcción

Esto apenas comienza. Si mientras lees estas palabras se te viene a la mente la editorial insomne, o aquella vaga invitación a escribir de forma creativa, ya estamos en sintonía. Si no, todavía estás a tiempo. Siempre estaremos a tiempo. Algo así como Gandalf en el señor de los anillos, que aparece cuando debe estar, no puntual ni demasiado tarde: Sólo cuando debe estar… es eso o tengo que ver la película de nuevo. Perdón…, el libro.

Voy a dar por hecho que sí les interesa que les platique a grandes rasgos sobre las primeras páginas del libro, que como ya se los había comentado anteriormente, se me hacen vitales para ejercitarse en esto de la escribida (guiño para quien me cachó aberrando con esa palabra).

Entonces, sugiero que lean primero la introducción en la que ahondaré a continuación. Para después pasar por el decálogo, o las reglas del juego, que cabales tendremos que seguir todos. Para, por último, definir el ritmo de trabajo que están (estamos) dispuestos a tomar para que esto no se quede en un catálogo de buenas intenciones. Esos referentes de lo estático e inane hay que dejárselos a nuestros empleados en turno, que no “autoridades”. Y tampoco dejar que sus “obras” rebasen los intereses de todos. Sí, hay que hablar y escribir de política. Desentenderse de la misma es ceder tu poder en automático a los Hitlers, los Porfirio Diaz y los Bushes que nos ha dado el accidentado mundo occidental.

Entonces, de esta forma comienzo.

El libro “The writer’s way” consta de 240 páginas divididas en ocho capítulos precedidos de una introducción que mencionaré aquí para darles una visión más amplia sobre la historia de la autora.

Entonces, desde el momento en que comienzas a leer el libro, te encontrarás con 40 ejercicios distribuidos tanto en la introducción como en los subsecuentes capítulos:

1. Travelling the way (viajando por el camino)

2. Play with language (jugar con el lenguaje)

3. What you might write (lo que podrías escribir)

4. Metaphor and meaning (metáfora y significado)

5. Now tell your stories (ahora cuenta tus historias)

6. Making it (even) better (haciéndolo –aún – major)

7. Problems (problemas)

8. Where to next (¿de aquí a donde?)

Creo que ya se pueden ir dando cuenta de qué es lo que trata cada capítulo y la forma en que podemos empezar a trabajar.

De hecho, si uno de ustedes piensa que a estas alturas ya deberíamos haber empezado a hacer los ejercicios, no puede estar más equivocado… y no me corresponde hacerlo cambiar de opinión.

Verán, afortunadamente la labor que estaremos haciendo aquí es estrictamente voluntaria y cualquiera puede dejar o no de escribir cuando así lo desee.

Cualquiera puede escoger el método que le parezca apropiado y en eso recae mucho el mérito de un escritor. Si consideran que ya pueden rascarse con sus propias uñas, adelante. Pero nosotros estaremos trabajando de esta forma por 2 razones:

1. Porque la autora merece su debido crédito en tiempos en que la piratería es tan rampante como eterna: basarnos en la gran mayoría de lo que dice su libro es una forma de rendirle crédito más lo que cada uno de nosotros pueda aportar en nuestros respectivos procesos de escritores; y

2. Porque este ejercicio constituye, como ya se los había comentado, un esfuerzo de un servidor por poner algo de disciplina en uno de los aspectos que considera más estimulantes de su vida. Y que cree que nociones como “anarquía” o el “aquí todos somos buena onda y todos hacemos lo que queremos sin que nos digan como” o “todos vamos a nuestro ritmo” son tan peligrosos como llevar al límite ideales sobre el orden que deberían seguir las cosas. De ahí que siento estrictamente necesario apegarnos a lo mínimo razonable en cuanto compromiso y disciplina se refiere. Mis compañeros albañiles: para escribir necesitamos disciplina.

Dejando esto como precedente, y ya sin tantos rodeos, comenzamos con esta sesión que titularé

“Conociendo a nuestra maestra invisible”

Sara Maitland nació en 1950 y creció tanto en Londres como en el suroeste Escocia. Estudió en la Universidad de Oxford en 1968 y realizó un BA (bachelor of arts) en lengua inglesa y literatura. Desde siempre quiso ser una escritora y en 1974 sus primeros relatos cortos fueron publicados en una antología de nuevos escritores.

En 1978, su primera novela, “Daughter of jerusalem” (desconozco si existe en español) ganó el Somerset Maugham Award (un reconocido premio anual del Reino Unido para jóvenes escritores, quizás un equivalente a un premio/beca del FONCA, un Herralde o un Alfaguara).

La autora asegura que desde entonces, aprovechando las oportunidades que se le han brindado, ha sido una escritora que ya ha publicado otras 5 novelas y cinco colecciones de cuentos cortos, y su trabajo se ha ramificado de tal manera que ha escrito varios libros de no ficción sobre temas que van desde la historia de la jardinería a la teología, dos obras de radioteatro y algunos proyectos para la BBC. Fue la última escritora que trabajase con Stanley Kubrick en Inteligencia Artificial, filme que retomó Stephen Spielberg; y ha escrito ampliamente para revistas y antologías.

El punto de esto, continúa, es que ha trabajado con un amplio e inusual rango de diferentes tipos de escritura.

No me extenderé más en el amplio curriculum de esta escritora. En verdad notable, y en algunos otros casos, como la mentoría que da a nuevos escritores africanos en distintos países de dicho continente: inspirador.

Mejor paso a lo que la autora describe como una oportunidad para enseñar “escritura creativa”.

A su parecer, Sara Maitland sintió que algo de esta experiencia citada arriba tendría que converger en algo, y de manera particular en la rara manera en que la escritura creativa es al mismo tiempo una parte importante en la identidad en muchas personas – que muestran un trabajo de auto-expresión, pero también una sensación interior de satisfacción e integridad; y también un oficio que necesita perfeccionamiento, trabajo y entrenamiento.

De esta forma, la autora escribió este libro esperando que ofrezca un balance de esas dos perspectivas.

A parte, Maitland hace mucho hincapié en la razón de ser de su libro: que nos emocione el lenguaje en sí mismo, pues, desde su punto de vista, tenemos que amar el lenguaje antes de usarlo completamente para expresar nuestro ser y comunicarnos.

El lenguaje como algo más que simple vocabulario pues; es gramática, sintaxis, puntuación y etimología (la historia de las palabras). Conceptos que mucha gente considera aburridos (de hecho en el libro viene un apéndice sobre esos conceptos que también subiré en su momento) pero que espera, que para aquellos que han olvidado cuán misteriosa y maravillosa es la gramática, este libro sirva como fuente de inspiración.

Mientras nosotros iniciamos este taller/blog/pared. Sara Maitland se encuentra preparando un libro de no-ficción sobre el silencio y la soledad y preparando más relatos cortos. Quizás ya los publicó. Habrá que buscarle.

“PERO ESO ES SUFICIENTE SOBRE MÍ, ¿QUÉ HAY SOBRE TI?

Dice la escritora.

Para estos fines comenzaré a hablarles de tú. Por lo que dejaré de citar a la autora, y volverme su traductor, obviamente mis notas o comentarios personales al respecto vendrán en itálicas o hasta el final de cada POST. Esto, para fines prácticos pues, y que recuerden que quien da los consejos es la autora y no un servidor.

Bien.

¿Por qué quieres escribir?

Es la pregunta que la autora y un servidor se hacen.

Sabes que quieres escribir, pero antes de que te embarques en este frecuentemente arduo y a veces tedioso viaje, vale la pena detenerse a pensar sobre el porqué quieres escribir.

Las razones que cita Sara Maitland son dos:

Tienes algo importante que decir, o una historia que contar, pero no tienes las habilidades de escritura necesarias para comunicarla tan bien como se merece.

Simplemente quieres escribir. Tienes una imperiosa necesidad de expresar algo de ti en un lenguaje que va más allá de la mejor conversación. Este “algo” es muy importante como para ser expresado de manera ambigua o mala.

Por otro lado, algunas de las razones por las que algunas personas quieren escribir no son precisamente buenas:

-Quieres volverte rico (no escarbo más debajo de lo que opina la autora al respecto…creo que es demasiado obvio ¿no?)

-Piensas que es fácil. Si piensas que ésta es tu mayor razón para empezar, probablemente deberías olvidarte de todo el asunto. Escribir bien, como la mayoría de los mejores escritores a través del tiempo reconocerán, no es fácil. Es al mismo tiempo duro y trabajo duro.

-Les gusta la glamorosa idea de ser un artista y de tener un estilo de vida artístico, exótico y liberado. Les agrada pensarse famosos o con derecho a reclamar un lugar en la inmortalidad.

-Les gusta la idea de formar parte del jet set viajando alrededor del mundo, yendo a tertulias literarias chic, obteniendo importantes llamadas telefónicas de sus agentes y su rostro en las fotos de los periódicos. Lo que pienso al respecto, lo pueden encontrar aquí.

Nada de eso tiene que ver con escribir, que básicamente es una actividad solitaria y poco glamorosa. A parte, la mayoría de los escritores serios te dirán que ese tipo de cosas, por más estimulantes que parezcan, pueden distraerte de escribir.

En cualquier caso, antes de que te conviertas en escritor, tienes que escribir bien.

Otros puntos que toca la autora, van sobre lo inevitable de no sentir ambición o incluso codicia, pues no hay nada más gratificante que ver tu primer libro publicado con tu nombre en la portada. Una delicia que continúa y madura con cada subsecuente publicación. Pero que no se compara con la sensación de poder, de logro y de realización que derivan de saber que nuestra escritura va muy bien.

Escribir es para Maitland, y concuerdo con ella, una labor de compromiso que te dejará mucha frustración y trabajo duro, como prepararte para un maratón, y significa inmiscuirte en una actividad que inevitablemente interferirá con tu tiempo libre y que irritará a tus amigos y familia. A muchas decepciones (seas exitoso o no) y a la interminable crítica (solicitada o no); a la incomprensión y franca rudeza proveniente de la gente que nunca lo han intentado pero que aún así son los verdaderos expertos porque ellos son lectores, críticos o reseñistas.

Es aquí donde empieza el ejercicio 1.

Ejercicio 1: ¿Realmente quiero escribir?

-Deja de leer este blog y has algo diferente, lo que sea. Algo que te deje la mente razonablemente despejada.

-Piensa porqué lees este blog y si quieres tratar o no de escribir creativamente. Recuerda que NO TIENES QUE HACERLO, nadie tiene que hacerlo. No hay código legal o moral que requiera que tú o alguien más escriba.

¿Sigues aquí?

Muy bien, para la autora y para un servidor, ya estamos del otro lado.

Me saltaré la parte donde habla sobre las razones que me llevan, nos llevan, a leer el libro, donde explica que para las otras formas de arte, léase pintura, por ejemplo, se necesita estudiar: ir adquiriendo un aprendizaje estandarizado para adquirir la técnica, la sensibilidad, etcétera. Algo que no pasa con la escritura. Pero los ejercicios que hacemos aquí, asegura Maitland, le pudieron haber salvado mucho tiempo en su preparación como escritora: algo de lo que ella desearía haber aprendido en su momento. Pues en esencia, lo que espera que nosotros obtengamos de la lectura de su libro, sea ahorrarnos tiempo y esfuerzo, entre otras cosas.

La humildad y el escritor

Maitland asegura que existen dos clases de humildad a la hora de escribir. Una, la sana, que tiene que ver con leer a un determinado autor y sentir un deseo interno que te lleva a decir “¡guau! Me gustaría escribir como ese autor”. La otra, es la de la auto-condescendencia, la que lleva al escritor en ciernes a flagelarse diciendo que su vida es aburrida y que por lo tanto no tiene nada importante qué decir. Nada más lejos de la realidad.

A decir de la autora, muchos fuimos creados bajo la idea de que no tenemos que andar de “presuntuosos” o “luciéndonos”. Pero no hay nada más falso que creer que necesitas de una historia bizarra para llamar la atención: las premisas de las novelas más grandes de la historia parten de acciones y motivos muy simples – y por lo tanto, humanos – hombre conoce a mujer, adultos tienen hijos, la gente se enamora y envejece… El éxito del diario de Bridget Jones, nos da ese ejemplo, radica en que la heroína es tan ordinaria como la vida urbana ordinaria que puede llegar a tener una mujer contemporánea.

Puntualiza que lo que hace que funcione la escritura es la habilidad de escribir con precisión y sentido acerca de la clase de cosas que todo mundo puede reconocer. Rara vez lo logra una situación bizarra. Es la escritura y no la experiencia del escritor lo que finalmente importa.

Tienes algo qué decir

Para darte cuenta, en caso de que todavía pienses que no eres importante, o que tu vida es aburrida, piensa que tienes algo que decir. Si miras algo y luego lo describes exactamente como lo ves será diferente de cómo lo puedan llegar a describir los demás.

Ejercicio 2:

La prueba del punto de vista único (ejercicio saltable)

Necesitarás una cámara digital y un grupo de participantes dispuestos

El grupo escoge un objeto. Debe ser algo específico, bien conocido para todos, perfectamente ordinario y no muy lejano. De preferencia que no sea algo que esté en el mismo cuarto. Algo como un árbol, un coche o una casa.

Durante la siguiente hora (aunque la verdad yo lo haría en cinco o diez minutos) todos en el grupo deben de tomar una foto del objeto escogido. Cada foto será un poco diferente, pues serán tomadas desde distancias y ángulos diferentes. Serán únicas porque fueron tomadas por el punto de vista único e irrepetible del fotográfo.

Otros puntos muy importantes a tomar en cuenta:

Todos somos creativos

Y para esto, hay que saber observar, una buena escritura deriva de una buena observación. Sin embargo, hay que prevenirse de caer en las tres situaciones más comunes de mala observación

Mirar sin interés : No has mirado verdadera u honestamente al objeto /animal/cosa sobre el que quieres escribir. Has visto lo que creías que estaba ahí o querías que estuviera ahí. No se trata de tener un boceto sobre lo que ves. Se necesita un retrato, un estudio total y complicado. Vuelve a mirar.

Presunción: Encontrar una manera elegante y/o rebuscada de lo que ves, en vez de usar tu propio punto de vista.

No confiar en ti mismo acerca de lo que ves o no creer que realmente vale la pena grabarse en la memoria.

Consideraciones para escribir

°Los bebés que no tienen mucho lenguaje en su ambiente no lo desarrollarán por su propia cuenta. Los escritores principiantes (y los experimentados también) necesitan libros. Hay que leer. Un hábito regular de lectura es esencial. Si piensas escribir en serio necesitas leer en serio.

°Los niños que empiezan a hablar necesitan ser escuchados. Necesitan respuesta, atención y respeto para sus esfuerzos. Sin embargo, para empezar a escribir normalmente tienes que ser tu propio lector.

Se recomienda escribir cosas en un pequeño cuaderno de bolsillo que te acompañe a donde sea para luego transcribirlo a uno más grande que nunca abandona tu lugar ex profeso para escribir (de lo que hablaremos adelante). Todo lo que escribas merece de tu posterior atención: tendrás que re-leerlo, responder a ello, y tratarlo con atención y con respeto.

°Los niños que comienzan a hablar necesitan cosas de qué hablar. Necesitan estímulos y nuevas experiencias. Claro que no tienen por qué ser intensas y dramáticas. Con una ida a la tienda es suficiente (por ejemplo). Así pasa con los escritores principiantes, como eres un adulto, necesitas darle al escritor dentro de tí nuevas experiencias. Escribir en un diario es una forma de hacer esto. La otra, es tener un álbum de recortes, en donde deposites recortes de periódicos, de revistas, listas de libros, fotografías, postales e incluso objetos.

° Los niños que empiezan a hablar necesitan espacio y tiempo. Además de necesitar un “ambiente rico en lenguaje”, necesitan tiempo con ellos mismos, sin muchos estímulos externos, para trabajar en sus habilidades. Lo mismo pasa con los escritores principiantes: si puedes, necesitas escoger un lugar y una hora en la que te puedas dedicar a escribir. Descubrirás, a medida que sigas, cuál es el mínimo de tiempo que puedes utilizar. No tiene que ser diario, pero tiene que ser regular. Necesitas ir a ese lugar aún y cuando no tengas nada qué escribir ese día, y tienes que estar ahí el lapso de tiempo que hayas destinado previamente para ello aunque no escribas.

°Los niños necesitan permiso para experimentar. Ellos no desarrollan un lenguaje fluido si alguien está ahí para abalanzarse a cada error de ellos, para corregirlos y para decirles cómo decirlo “correctamente”. Dale a tu naciente escritor interno el mismo trato. Es poco probable que comiences escribiendo una gran obra al principio. Es muy probable que muchos de tus primeros esfuerzos sean mediocres (algunos de tus posteriores esfuerzos lo serán también, créeme). Nadie trataría de correr un maratón sin entrenamiento básico. Lo más importante es que no dejes que ningún tipo de censura tome lugar antes de siquiera haber escrito algo. Sé tolerante, paciente y generoso.

Lista del equipo necesario

Tres libros impresos. Idealmente un libro que leíste de niño/niña; una novela que no has leído todavía pero que has escuchado hablar de la misma; y algo de poesía. (Espero que tengas más que tres. Este es el kit económico.)

Tres cuadernos. Uno grande; uno de tamaño de bolsillo, y uno con una portada hermosa. Deberás buscar cual combinación te resulta mejor, pero este es un buen punto de arranque.

Un archivero, un cajón o un portapapeles para tu álbum de recortes (o scrapbook)

Un lugar donde puedas escribir, en el que no puedas ser interrumpido por ti o por otras personas.

Un horario claro al que creas que te puedes apegar.

Algo de papel barato (o el reverso de papel usado) con el que puedas experimentar sin preocuparte por desperdiciarlo.

Un corazón generoso.

Acostumbrándote a tu equipo

Estos son ejercicios que la autora califica como un calentamiento previo antes de entrarle a una sesión intensa de ejercicio:

°Ve a una papelería. Checa la variedad de cuadernos que existen. Escoge al menos dos que sean diferentes uno del otro. También escoge dos diferentes tipos de herramienta para escribir: bolígrafo, lápiz de grafito; pluma ancha o fina; roja, negra, azul. La que consideres más apropiada y funcional.

°En cuanto llegues a casa, escribe en cada uno de los cuadernos, con cada una de las plumas. Nota cuál combinación se adapta mejor contigo.

Creando un ambiente para la escritura

°Debido a que no vivimos en un mundo ideal; será muy complicado para tí encontrar un lugar propicio para escribir fuera de la vista y el ruido de los demás. Por lo que considerar lugares como la mesa de la cocina para escribir puede ser la mejor opción. Pero no necesariamente tiene que ser dentro de la casa. Puede ser una biblioteca, un parque, un café. Pero recuerda que es el lugar al que has convertido en EL LUGAR, por lo que tienes que escoger con cuidado.

°En una hoja de papel (o en Excel…) dibuja un horario de tu dia, tu semana o incluso del mes entero. Necesitarás regularidad. Si no encuentras un razonable número de horas-escritura de las que puedas disponer tendrás que abandonar esto de escribir o dejar de hacer algo más. ¿Quizás una hora menos del Messenger a cualquier hora tal vez? Un número de incipientes escritores con horarios apretados han descubierto que lo más fácil de hacer es destinar una hora antes de dormir o una antes de despertarse. De todos modos, será muy difícil apegarte al horario que creaste. Es un hecho. Tendrás que ser flexible, tolerante de ti mismo y de los demás, realista y optimista. Aún así necesitas ese horario, y que como el Everest, está ahí. Tienes que darle a la inspiración una oportunidad, el tiempo y el lugar para visitarte. Mantén presente el horario en tu cuaderno, si es necesario brinda una copia del mismo a todos aquellos que sientan que tienen derecho a una parte de tu tiempo.

°Mira el lugar que has decidido convertir en tu espacio para escribir. Piensa cómo se ve y siente y cómo será usado. Compra o trae de otro lado algo agradable para colocarlo ahí. Buenas ideas podrían ser una lámpara de buena calidad, una planta, o una vasija para flores, un juguete. Lo que sea que te haga sentir a gusto en tu espacio.

Empieza tu álbum de recortes o scrapbook



°Lee sobre algún tema de tu periódico local. (No hay peros maistros, están el Mural, Público, El Informador, El Occidental y el Ocho Columnas para empezar…). Recorta dos historias del mismo. Una que te parezca graciosa y otra que te parezca intrigante. Ponlas en tu scrapbook.

°Busca entre algunas de tus revistas viejas. Recorta tres fotos de gente cuyas caras te resulten interesantes (no de gente que conoces o de la que conoces). Ponlas en tu scrapbook.

°Si estás en internet, usa tu buscador para descubrir un nuevo dato , algo verdadero que no sabías anteriormente, pero que estás contento de aprender. Imprímelo y ponlo en tu scrapbook.

°La próxima vez que estés fuera de tu hogar, observa y escucha. Cuando llegues a tu casa, escribe algo de lo que hayas escuchado a alguien decir o visto a alguien hacer algo que detonó tu curiosidad. Pon esto en tu scrapbook.

Usando tu espacio para escribir

°Siéntate donde planeas sentarte cuando escribas y lee un libro – el que sea – por el lapso de tiempo que hayas decidido destinar para tu sesión de escritura.

°Siéntate donde planeas sentarte cuando escribas y no hagas nada en lo absoluto por el paso de tiempo que hayas decidido destinar para tu sesión de escritura. Piensa, sueña despierto o despierta, imagina que eres un escritor/escritora.

No escribas nada

¿Ahora qué?

(nos vemos este viernes con el ejercicio 3. OJO: Necesito que pongan un comentario en esta entrada de manera que avancemos todos juntos al siguiente ejercicio. También es muy importante que ya se hayan chutado las reglas del juego para que esto quede perfectamente claro.)



4 comentarios:

  1. Nos vemos el viernes entonces;
    Me gusta la idea del scrapbook..
    En mi caso..lo del lugar para escribir donde nadie me moleste está en 'chino'.
    Creo que tendré que usar mis horas libres en la escuela para esto..no hay de otra, y sí quiero entrarle.

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  2. Coincido con la señorita del comentario anterior con que está cabrón encontrar un lugar sin interrupciones... pero uno se acostumbra al ruido casero...

    Comenzando scrapbook...

    Nos leemos el viernes...

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