A manera de editorial insomne

Este es el primer post de lo que espero se vuelva en una de las cosas más estimulantes para mi piel desde que fui presa de los aguijones de cientos de jejenes en aquél viaje que hice a San Blás allá a finales de 2006. Jamás me había rascado tanto y tan compulsivamente.

Pero ya en serio - y sobre todo si no se están riendo - esta es la forma de comunicarle a todos los que se anotaron para esta escritoaventura bloggera de que sí hay y habrá un compromiso constante tanto para mí (que suelo importarme) como para ustedes. Personas con una comezón por escribir que sólo puede manifestarse mediante la rascada, que para efectos analógicos pues...ya entendieron.

En estos momentos estoy ideando una especie de "decálogo" dirigido a todos aquellos interesados en participar. De hecho, tienen que mandarme sus correos de gmail para yo poderles mandar la invitación para que se vuelvan administradores, cosa que no he resuelto todavía y que estarían a bien ayudándome a solucionar dicho problema. ¿Dónde viene esa maldita opción? Cuestiones de diseño y similares también están para resolverse mañana.

En fin.

Para aquellos que acaban de llegar a este blog y no tienen un ápice de tinta de lo que estoy escribiendo, pues se trata de algo bastante simple:

Un comunicólogo recién graduado decide dejarse de mamadas en ciertos aspectos de su vida, y toma como pretexto una de sus pasiones como lo es la escritura, a la que decide dedicarle sobre todo disciplina para así generar una reacción en cadena en su pequeño laberinto de su paso por este mundo. Todo esto con la ayuda de un libro titulado "The writer's way" de una tal Sara Maitland, quien te va guiando mediante una serie de ejercicios que pueden potencializar tu manera de escribir; ejercicios que dicho comunicólogo recién graduado e indispuesto a seguir mamando (al menos en ciertas cosas...) compartirá con personas interesadas, de manera que las aludidas puedan también hacer esos ejercicios, y sobre todo, postearlos en este mismo espacio: todas las experiencias, sentimientos, gritos, denuncias y anexos que pueden generarse de formas inigualables mediante la escritura.

Se trata de hacer esto una experiencia colectiva. De puro amor al arte: el oficio más solitario y "egoísta" que puede concebirse en el mundo. Ah no, ahí están los empresarios marca Slim.

Corrijo, el oficio más solitario, "egoísta" y menos lucrativo del mundo. Pero eso no importa ¿verdad?

Dicho esto, me voy a trabajar.

O lo que es lo mismo. A dormir